Una Realidad en Auge en la Selección de Personal
Imagina esta historia…
Llevas semanas en procesos de selección. Después de varias entrevistas, una empresa te hace una oferta que parece encajar con lo que buscas. Aceptas. Envías tu documentación. Comienzas a ilusionarte con tu nuevo reto. La empresa cierra el proceso. Todo parece encajar.
Pero, de repente, te llaman de otra empresa que te interesa aún más. La oferta es mejor en términos de salario, cultura o beneficios. Y ahí viene el dilema: ¿qué hacer?
Unos días antes de la fecha de incorporación, decides escribir un correo:
"Gracias por la oportunidad, pero finalmente he decidido aceptar otra oferta. Perdón por las molestias."
Puede parecer solo una decisión profesional más. Pero, ¿qué supone para la empresa que ya contaba contigo?
Decir "Sí, Quiero" a una Oferta de Empleo y luego rechazarla: una práctica en auge
Si esta historia te resulta familiar, es porque está ocurriendo cada vez con más frecuencia. Según un estudio de Gartner (2023), el 37% de las personas candidatas que aceptan una oferta laboral terminan rechazándola antes de su incorporación, ya sea porque han recibido otra mejor o porque, simplemente, han cambiado de opinión.
En muchos casos, la oferta no era realmente lo que querían, pero aceptaron por seguridad mientras esperaban otra opción.
Otras veces, la empresa actual u otra, decide lanzar una contraoferta mejor en el último minuto.
También hay quien acepta por inercia y, al verse en la situación de incorporarse, se da cuenta de que no era su mejor opción.
Ahora vamos a darle la vuelta a la historia…
¿Qué pasaría si una empresa hiciera lo mismo? Si una organización, tras decirte que cuenta contigo, te avisa dos días antes de empezar que han encontrado a alguien mejor.
Sería visto como una falta de ética y profesionalidad. Entonces, ¿por qué cuando una persona lo hace parece menos grave?
La confianza y la profesionalidad deben ser bidireccionales.
El impacto real de cancelar una incorporación en el último momento
Si decides rechazar una oferta después de haberla aceptado, esto es lo que sucede al otro lado:
El equipo de selección ha cerrado el proceso. Han comunicado el "no" a otras personas que también optaban al puesto, y una de ellas podría haber sido la elección ideal si la situación fuera otra.
Se han iniciado los trámites administrativos. En algunos casos, ya se ha planificado el onboarding, la formación inicial y las gestiones para el alta.
Se ha generado una expectativa. Detrás de cada proceso hay personas responsables que han confiado en ti y que ahora tienen que empezar de nuevo.
Sin olvidar que muchas empresas utilizan sistemas de gestión de candidaturas (ATS) en los que registran la situación, lo que puede dificultar obtener resultados positivos si en un futuro quiere llamarse de nuevo a esa puerta.
Por supuesto, cada persona tiene derecho a elegir la mejor oportunidad para su futuro, pero la forma en que se gestiona esta decisión es clave.
Estrategias para gestionar múltiples procesos de selección con profesionalidad
Si estás participando en varios procesos de selección, sigue estas estrategias para evitar comprometerte demasiado pronto y gestionar bien la situación.
No aceptes una oferta por inercia
Si una empresa te hace una oferta, tómate el tiempo de evaluarla bien antes de responder. No sientas presión por dar un "SÍ" inmediato. Pide unos días de reflexión y comunica que necesitas revisar la oferta antes de responder.
"Gracias por la oferta. Me interesa mucho el proyecto y valoro la confianza que han depositado en mí. ¿Podría disponer de 48 horas para revisar los detalles antes de confirmar?"
Esto es mucho más profesional que aceptar y luego retractarte.
Sé honesto/a sobre tu situación
Si estás en varios procesos de selección, es mejor comunicarlo con transparencia.
"Actualmente estoy en la fase final de otro proceso. Me gustaría tomar la mejor decisión para mi futuro profesional. ¿Podríamos acordar un plazo razonable para dar una respuesta definitiva?"
Las empresas valoran la honestidad y pueden incluso adaptar su proceso si realmente están interesadas en ti.
Evalúa antes de aceptar
Asegúrate de tener toda la información sobre la oferta antes de aceptarla. Pregunta sobre:
Condiciones económicas y beneficios: salario, incentivos y extras como seguro médico o formación.
Crecimiento profesional: oportunidades de promoción y aprendizaje dentro de la empresa.
Cultura y valores: ambiente de trabajo, principios de la organización y visión a futuro.
Estabilidad y flexibilidad: tipo de contrato, modalidad de trabajo (presencial/remoto/híbrido) y conciliación laboral.
Si tienes dudas, consulta con personas de confianza antes de tomar una decisión definitiva.
Mantén siempre la profesionalidad, incluso si decides rechazar
Si finalmente optas por otra oferta, comunícalo de forma clara y profesional.
Ejemplo de respuesta si decides rechazar antes de aceptar:
"Gracias por la oferta y por el tiempo que han invertido en el proceso. Después de pensarlo detenidamente, he decidido aceptar otra propuesta que se ajusta mejor a mis objetivos profesionales. Aprecio mucho la oportunidad y espero que nuestros caminos puedan cruzarse en el futuro."
Lo importante es no esperar hasta el último momento. Si decides rechazar, hazlo lo antes posible para que la empresa pueda reaccionar.
Profesionalidad, Respeto e Impacto Futuro
¿Te ha pasado esta situación desde el lado de la empresa o como persona en búsqueda de empleo? ¿Cómo lo gestionaste?
Si algo queda claro es que tanto las empresas, como las personas que buscan empleo, deben actuar con transparencia y compromiso.
Las empresas deben ofrecer el mismo respeto y claridad que esperan recibir de las personas que aplican a sus ofertas.
Las personas en búsqueda de empleo deben gestionar sus decisiones con visión a largo plazo, evitando compromisos impulsivos que puedan cerrar puertas en el futuro.
El mercado laboral, especialmente en entornos como Extremadura, está marcado por redes de contactos y referencias. Por tanto, decir "Sí, Quiero" a una Oferta de Empleo y luego No, es decir, gestionar mal la aceptación de una oferta, puede tener repercusiones en futuras oportunidades, ya que muchas empresas recuerdan estos comportamientos y los registran en sus sistemas de selección.
Si estás en procesos de selección, asegúrate de tomar decisiones informadas, profesionales y estratégicas. No se trata solo de tu carrera actual, sino del impacto que generas en tu trayectoria y en quienes te rodean.
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