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Errores comunes en Entrevistas de Trabajo

¡Y cómo evitarlos!

 

La Entrevista de Trabajo es ese momento crucial que te separa de ese empleo que tanto deseas. Aunque cada entrevista es única y tiene su propia esencia, hay ciertos errores que las personas en búsqueda de empleo cometen, reduciendo sus posibilidades de éxito.


Pero, ¡no hay de qué preocuparse! Estamos aquí para ayudarte a identificar esos fallos y a ofrecerte soluciones prácticas.



No investigar sobre la empresa previamente


Error: María acude a una entrevista y cuando le preguntan, "¿Qué sabes de nuestra empresa?", su mente se queda en blanco.


Solución: Antes de la entrevista, dedica tiempo a investigar sobre la compañía. Consulta su página web, sus perfiles en redes sociales y no dudes en preguntar a contactos. Empápate de su historia, su misión, sus valores y cualquier noticia reciente relevante. Tu interés demostrará compromiso y entusiasmo. ¡Además de aportarte calma y contexto!


¡Ah! Y ten presente que esa investigación previa puede extenderse a un repaso rápido de la oferta de empleo, ¡en caso de existir!, y de la información disponible sobre la persona que va a entrevistarte. ¡LinkedIn es un buen sitio para probar suerte!


Llegar tarde o demasiado temprano


Error: Pedro, queriendo causar una excelente impresión, llega 45 minutos antes de su entrevista, incomodando al personal de recepción. O en el extremo opuesto, Pedro llega 15 minutos tarde. No ha avisado de su retraso y no se ha disculpado por ello. Y ese hecho no habla de responsabilidad y compromiso.


Solución: Llegar unos 10 o 15 minutos antes es ideal. Te permitirá tomarte un tiempo para relajarte y mostrar puntualidad.


Descuidar la presentación personal


Error: Lucía decide ir a la entrevista con su ropa habitual, pensando que el puesto "no es tan formal".

Solución: En la fase de investigación, uno de los objetivos a perseguir será asegurarte de conocer la cultura de la empresa y su código de vestimenta. Vestir acorde a ello, te ayudará a conectar. Y si no consigues esa información, ten presente que, siempre es mejor pasarse a no llegar. Opta por un estilo sobrio.


Hablar mal de empresas empleadoras anteriores


Error: Álvaro, al ser preguntado por su trabajo anterior, empieza a quejarse y hablar mal de managers, compañeros y compañeras.


Solución: Mantén la profesionalidad. Puedes hablar de desafíos y retos, sin denigrar a nadie. Enfócate en lo aprendido y no en conflictos personales.


No hacer preguntas al final de la Entrevista de Trabajo


Error: Carmen, al escuchar al final de la entrevista si tiene alguna duda, simplemente responde: "No, todo claro".


Solución: ¡Ten preparadas algunas preguntas! Formular preguntas evidencia tu interés por el puesto, la empresa y su proyecto. ¡No dejes que se te escape la oportunidad de ampliar la información disponible! Tú también estás evaluando si la empresa te ofrece un puesto a la altura de tus expectativas e intereses.


Las opciones de preguntas son infinitas y deben ser pertinentes y coherentes con la conversación mantenida. No obstante, compartimos algunos ejemplos que podrás usar a modo de inspiración:

  • ¿Cómo es el equipo con el trabajaría?

  • ¿Qué habilidades son esenciales para tener éxito en este puesto?

  • ¿Qué tecnologías, herramientas o metodologías aplicáis?

  • ¿Hay oportunidades de desarrollo profesional y formación?

  • ¿Cuál sería el siguiente paso en el proceso de selección?

Aunque es esencial aprovechar la oportunidad para preguntar, es igualmente crítico elegir el momento adecuado para hacer ciertas preguntas. Abordar temas como las vacaciones, el horario o las condiciones económicas demasiado pronto podría transmitir una impresión equivocada sobre tus prioridades.


Usar un lenguaje demasiado informal


Error: Javier, intentando ser cercano, usa una jerga y un tono demasiado informal durante la entrevista.

Solución: Aunque es vital tirar de autenticidad, recuerda que estás en un ambiente profesional. Mantén un lenguaje adecuado y encuentra el equilibrio. Escuchar a tu interlocutor e interlocutora te dará muchas pistas.


No seguir el hilo de la conversación


Error: Ana, nerviosa, responde preguntas sin realmente prestar atención a lo que se le está pidiendo.


Solución: Respira hondo, escucha activamente y, si es necesario, pide que te repitan o aclaren la pregunta. Los nervios suelen hacer acto de presencia. Del otro lado, somos muy conscientes de ello. Por eso, el intento de poner pausa y pedir aclaraciones, será percibido como una gestión adecuada de la situación.



Recuerda, la entrevista no es solo una evaluación de tus habilidades y experiencia; es una vitrina donde tu esencia, tus valores y tu personalidad deben brillar. Cada respuesta, cada gesto, cada pregunta, es una pincelada en el lienzo que construye tu retrato como profesional. Y sí, el error es humano, pero lo esencial es aprender, adaptarse y seguir adelante.


Prepárate, muestra autenticidad, y escucha activamente. Cuando pones pasión, no solo respondes preguntas: construyes puentes, creas conexiones y abres puertas. Porque al final, lo que las empresas buscan no es sólo un candidato o candidata perfecta, sino una persona apasionada que enriquezca su equipo y comparta su cultura. ¡Haz que ese alguien seas tú!



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