¡Hay vida después de un no!
Sólo hay que seguir las señales para reponerse y llegar al sí.
Saber que no eres la primera persona a la que le pasa, no suele funcionar como consuelo. No nos gusta recibir una llamada o un mail para escuchar o leer que han desestimado nuestra candidatura para ese puesto que tanto nos interesaba.
Pero, ¡hay vida después de un no!
Sólo hay que seguir las señales para reponerse y llegar al sí.
1 | Desahogo sin filtros... ¡en privado!
Puede ser muy liberador sucumbir al deseo de desahogarnos, patalear y/o pronunciar todo tipo de improperios, pero siempre, siempre, lejos de redes sociales o medios digitales que graben o registren esa metamorfosis temporal y reversible en la que damos rienda suelta al enfado y la frustración.
2 | ¡Pure de Calabazas!
Apartamos el desánimo. Silenciamos el discurso en bucle con el que castigamos nuestra falta de acierto al contestar eso o aquello. Y nos centramos en extraer conclusiones que ayuden a preparar mejor futuros encuentros.
3 | Ración doble de Postre
Agradecer el tiempo dedicado y el interés que han mostrado en nuestra trayectoria profesional, aptitudes y actitudes. Porque la primera impresión cuenta, pero… ¡el postre lo dejamos para el final! Y siempre queremos más.
Es bueno dejar a nuestro interlocutor o interlocutora con ganas de más. Con el deseo de retomar el contacto ante cualquier nueva oportunidad.
Y si también vives en una ciudad pequeña, seguro que has tenido oportunidad de comprobar que el mundo es un pañuelo.
4 | ¡Llena la despensa!
Analizar los motivos que pueden estar detrás del no:
Formación y/o experiencia insuficiente o inadecuadas. Evalúa lo acertado de tu objetivo, afina y depura tus inscripciones, dale la vuelta a la tortilla, formándote. Convierte un freno u obstáculo, en una ventaja.
Discurso poco elaborado, vacío o falto de atractivo. ¡Uhm! ¿Me he tomado el tiempo de pensar en aquello qué me gusta, se me da especialmente bien y me hace feliz? Si la respuesta es no, ¡quizás sea un buen momento! Si ya tienes las respuestas a esas preguntas. ¿Lo incorporas en tu discurso? Práctica. Ensaya. Grábate. ¡Nunca justo antes de una entrevista! Observa si tu lenguaje no verbal refuerza y apoya tu discurso o, por el contrario, le resta credibilidad o lo contradice.
Marca Profesional y documentos de venta vagos, difusos o incompletos. ¡El peor enemigo! Atrae la atención, cuida tus mensajes y visibiliza tu propuesta de valor. Aporta detalles relevantes, especifica las funciones y responsabilidades asumidas. Habla el mismo idioma que las empresas que te buscan.
Fija tus objetivos. Selecciona las empresas y los puestos que encajan contigo. No te conformes. No te disperses. O llegaran más calabazas y más frustración. Apunta al centro de la diana y dispara.
5 | Pide consejo y orientación
A tu red de contactos o a empresas, como SiLosTienes, con un conocimiento profundo del mercado laboral y de los aspectos más valorados por las empresas. ¡Busca aliados/as!
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