No te presentaste a la Entrevista de Trabajo. ¿Y ahora qué?
- isabelsilos

- 12 ago
- 5 Min. de lectura
Lo que haces después también deja huella
Cómo reaccionar si no asistes a una entrevista de trabajo
Te apuntaste a una oferta. Te llamaron o te escribieron para cerrar una entrevista. Confirmaste. Todo en orden. Pero… cuando llega el momento, no apareces. No te conectas. No avisas. No respondes.
Y después, el desconcierto. A veces te llega un mensaje recordándotelo o te das cuenta al revisar el correo, las llamadas perdidas o los mensajes de WhatsApp. Otras veces, pasa más tiempo… y la culpa o la incomodidad te hacen evitar el tema. Sea por un despiste, por un contratiempo o porque ya no te interesa, el resultado es el mismo: había alguien al otro lado esperándote.
Y ahora la pregunta clave es: ¿cómo lo gestionas? Porque no asistir a una entrevista de trabajo no tiene por qué cerrarte puertas… si sabes cómo reaccionar.

¿Por qué es tan importante gestionar bien tu ausencia en una entrevista de trabajo?
Aunque no lo parezca, tu reacción tras el error dice mucho más que el fallo en sí. Cuando no asistes a una entrevista de trabajo, la forma en que lo explicas puede marcar la diferencia entre mantener la confianza o generar una desconfianza difícil de revertir.
Estás dejando una huella profesional:
En un CRM, una agenda, un Excel.
En la memoria de quien te esperaba.
En la percepción profesional que generas.
Y eso puede condicionar futuras oportunidades dentro o fuera de esa organización. Porque en un proceso de selección no se valora solo tu experiencia. También cuenta tu actitud, tu capacidad de comunicación y tu forma de actuar cuando algo no sale como esperabas.
No presentarte sin avisar puede percibirse como un descuido puntual. Pero si no lo explicas, si no das señales, puede ser interpretado como falta de compromiso, de seriedad o de fiabilidad.
Tres escenarios y tres formas de gestionar tu ausencia con profesionalidad
Fue un despiste
Te confundiste de hora o de día. Lo tenías apuntado… pero no revisaste la agenda. O simplemente se te olvidó.
¿Qué hacer? Reconócelo. Es mejor una disculpa honesta que un silencio incómodo. No des excusas rebuscadas. Di la verdad, sin dramatismo.
Ejemplo: “Quiero disculparme por no haberme conectado a la entrevista prevista para hoy. Fue un error por mi parte y lo lamento sinceramente. Si sigue habiendo posibilidad de retomarla, estaré encantada/o de hacerlo. Y si no, agradezco igualmente la oportunidad.”
Tip útil: Anota las entrevistas en una agenda que consultes a diario. Programa recordatorios con alarma en el calendario del móvil o Google Calendar. Añade enlaces, direcciones y margen de tiempo si necesitas desplazarte. No confíes solo en tu memoria.
Tu situación cambió y ya no te interesa
Cambió tu situación. Encontraste otra opción. O te lo pensaste mejor y sentiste que no era tu sitio. Eso es muy válido. Pero la forma en que lo comunicas… también habla de ti.
¿Qué hacer? Cierra con cortesía. Avisa. No tienes que justificar tu decisión, pero sí mostrar respeto por el tiempo que alguien te dedicó.
Ejemplo: “Gracias por haber contado conmigo para el proceso. Finalmente, no podré continuar, ya que mi situación ha cambiado. Os deseo mucho éxito con la selección.”
Por qué importa: Ese mensaje, breve y honesto, te posiciona como una persona responsable y profesional. Y sí, puede que te tengan en cuenta más adelante… justo por cómo lo has hecho.
Surgió un imprevisto
Se cayó la conexión. Surgió una urgencia familiar. Algo te sobrepasó. No puedes evitarlo. Pero sí puedes explicarlo.
¿Qué hacer? No necesitas entrar en detalles personales. Pero sí hacerte presente. Mostrar que no fue indiferencia. Que sabes que hubo alguien esperando.
Ejemplo: “Quería disculparme por no haber podido asistir a la entrevista. Tuve un imprevisto que me lo impidió y lamento no haberlo comunicado a tiempo. Si sigue habiendo interés, quedo disponible para reprogramarla.”
¿Y si ya no hay margen? Tu mensaje sigue siendo importante. Refleja tu capacidad para afrontar lo inesperado con madurez. Y eso, en cualquier proceso de selección, habla a tu favor.
Claves para evitar que vuelva a ocurrir
Aunque nadie está libre de imprevistos o despistes, hay algunas medidas sencillas que pueden ayudarte a prevenir situaciones así:
Activa recordatorios en tu calendario digital. Incluye hora, lugar o enlace y programa una alarma. Si es presencial, añade el margen necesario para el desplazamiento.
Anótalo también en tu agenda o en el móvil. Repetirlo en distintos soportes refuerza el recuerdo y reduce la probabilidad de olvido.
Confirma por escrito. Eso refuerza tu compromiso y te obliga a tenerlo presente.
Revisa tu disponibilidad antes de confirmar. Es mejor decir “en esa fecha no puedo” que fallar después.
Prepara con antelación todo lo que necesites. Desde ropa y ubicación hasta conexión o documentos. Restar margen al error también es parte de tu profesionalidad.
¿No sabes cómo decirlo? Aquí tienes un punto de partida
Sabemos que puede darte reparo. Que quizá sientes que ya es tarde o que no sabrás cómo expresarte. Pero un mal momento no define tu valor profesional. Y una disculpa puede marcar la diferencia. Incluso ayudarte a dejar una mejor impresión que si hubieras intentado disimular el error.
Si no sabes por dónde empezar, vuelve a los ejemplos anteriores. Ajústalos a tu caso y lanza ese mensaje. Aunque pienses que ya no sirve, aunque creas que no van a responder. Hazlo por ti. Porque también te mereces cerrar bien.
Y si eres la persona que entrevista…
Que alguien no se presente puede generar frustración. Pero también puede tener explicación. Si recibes un mensaje posterior con honestidad y actitud, valora responder. No necesariamente para reactivar la entrevista, pero sí para contribuir a una cultura profesional basada en el respeto y el aprendizaje.
En resumen:
Si no te conectaste, contacta.
Si ya no puedes o quieres continuar, avisa.
Si fue un despiste, discúlpate.
Si fue un imprevisto, da señales.
Y si puedes evitarlo… mejor.
En SiLosTienes acompañamos a muchas personas en búsqueda activa. Sabemos que no siempre es fácil. Que hay caos, cansancio y días en los que todo se desborda. Pero también sabemos que hacer las cosas bien —incluso cuando algo ha salido mal— deja una huella poderosa.
¿Te pasó algo parecido? No lo ignores. Reacciona. Porque tu profesionalidad también se demuestra cuando las cosas no salen como esperabas.
¡Síguenos en redes para no perderte nuevos contenidos! Puedes encontrarnos en LinkedIn e Instagram. Y si estás buscando un nuevo reto profesional, visita las ofertas de empleo que tenemos activas.



Comentarios