La importancia del Feedback en los Procesos de Selección.
Los procesos de selección avanzan a lo largo de diferentes etapas que propician momentos de espera que suelen cursar con niveles elevados de ansiedad. Por tanto, afrontar un proceso de selección nunca es sencillo.
Especialmente cuando los plazos se dilatan y el silencio es una constante. La mayoría de las personas que participan o han participado en procesos de selección expresan demandas vinculadas con la escasez o ausencia de feedback a lo largo del proceso.
Ninguna empresa debería caer en la tentación de pensar que puede permitirse arrojar a las personas de forma indefinida al agujero de la incertidumbre sin dañar su marca empleadora y credibilidad. Más sabiendo que:
El 79% de las personas en búsqueda activa de empleo odian no recibir información actualizada después de aplicar a una oferta.
El 43% prefiere saber que su perfil se ha descartado a no recibir respuesta.
Y el 22% de las personas que no reciban información, compartirán su mala experiencia y hablarán mal de la empresa.
Ninguna persona debe quedarse sin respuesta. Ninguna. Responder no puede interpretarse como tiempo perdido. Los beneficios para la marca empleadora son evidentes. Tanto como los derivados de construir relaciones a largo plazo con esas personas en búsqueda de empleo. Después de todo, una persona considerada no idónea para una vacante, puede ser perfecta para otra. Y el 85% de las que no buscan, pero están abiertas a escuchar, quieren recibir información sobre oportunidades ajustadas a sus intereses.
Y si ambas partes se benefician de una comunicación fluida y transparente, ¿qué barreras lo impiden?
Momento, ¡flechazo!
A esa oferta sólo le falto yo.
Localizaste la oferta hace unos días y te llamo tanto la atención que decidiste tomarte el tiempo necesario para adaptar y ajustar tu Currículum. Ahora, ¡ya puedes aplicar con garantías! Y lo haces, esperando obtener una respuesta inmediata. Y en esa espera, que vives como insufrible, hasta el tiempo parece detenerse. Pesa incluso el trabajo previo a la inscripción.
Del otro lado. La empresa ha recibido un número abrumador de candidaturas. Candidaturas que conviven y se entremezclan con las recibidas en otros tantos procesos abiertos. Y tú, no quieres que se tomen el proceso a la ligera. Quieres que lean y evalúen con detenimiento tus competencias, experiencias y formación. Y es lo que están haciendo. Por tanto, el silencio no implica necesariamente falta de interés en tu perfil.
Y, transcurrida de una a dos semanas sin noticias, rompe el silencio. Considera la opción de enviar un mail o hacer una llamada de seguimiento. En un tono formal y educado, libre de quejas y reproches. Además de obtener una respuesta, sumaras puntos al demostrar interés e iniciativa.
Y tras la Entrevista.
Me quiere. No me quiere. Me quiere. No me quiere.
Sales de la entrevista y tu cabeza no para. Tienes claro que quieres sumarte al equipo. Y te preguntas, ¿quieren que me sume al equipo?, ¿lo tienen tan claro como yo? Y empiezas a revisar y repasar las preguntas y tus respuestas. Y te recriminas no haber dicho esto o haber dicho aquello. Y la certeza deja paso a las dudas. Y las dudas amenazan con instalarse y acompañarte en la espera. Sin tregua, ni respiro.
Y en ese tiempo que vives de dudas y espera, el silencio no equivale a ausencia de interés en tu perfil. Porque del otro lado conviven con un ritmo frenético, baile de prioridades, urgencias e imprevistos que se cuelan en las agendas sin previo aviso, vacaciones y ausencias de personas con roles decisivos en tu contratación.
No obstante, como en el caso anterior, si la empresa te indicó una fecha o un margen concreto para responder y aún no se ha pronunciado, ¡toma la iniciativa! Confirma tu interés y solicita feedback.
Si la Respuesta no llega.
Salgo a buscarla.
En SiLosTienes te damos algunas pistas para redactar el mail o preparar la llamada de seguimiento.
Tira de cortesía y educación. ¡Conecta! Saluda y agradece el tiempo dedicado.
Contextualiza y concreta. ¡Haz fácil que te respondan! Identifícate y aporta detalles sobre el proceso en el que participas.
Confirma tu interés por el puesto y la empresa. No caigas en la trampa de omitirlo por considerarlo una obviedad.
Remarca tu flexibilidad. Dependiendo del momento del proceso, puede sumar dejar clara tu disponibilidad para acudir a una entrevista o responder preguntas adicionales.
Lanza una pregunta. Indica el objetivo perseguido, el motivo del contacto: conocer los próximos pasos, los plazos o las opciones concretas de avanzar o ser la persona seleccionada.
Y si te decantas por enviar un mail, revisa la ortografía y acierta con el Asunto. Una opción es incluir tu nombre y el de la posición.
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