top of page

Cómo comunicar un viaje planificado durante el proceso de selección sin que te descarten

  • Foto del escritor: isabelsilos
    isabelsilos
  • hace 4 días
  • 5 Min. de lectura

Tienes una Entrevista y un Viaje cerrado. Descubre cómo y cuándo hablar de ello sin comprometer tu candidatura


Verano, entrevistas… y un billete ya comprado


Justo cuando empiezas a avanzar en un proceso… te das cuenta de que el calendario juega en tu contra. Tienes un viaje planificado. A veces incluso pagado. ¿Y ahora qué? ¿Digo que tengo un viaje planificado? ¿Lo menciono ya? ¿Lo dejo para después? ¿Y si me descartan por eso?

 

Lo importante no es si lo dices, sino cuándo y cómo lo haces. No es en el primer email. Ni en el último momento. Te contamos cómo manejarlo con honestidad, estrategia y sin sabotear tus opciones.


ree

¿Por qué mencionar un viaje planificado durante el proceso de selección?

 

¿Por qué es importante decirlo? Porque la disponibilidad es un dato relevante para tomar decisiones. Y porque si lo ocultas y surge más adelante, puede percibirse como falta de transparencia o compromiso.

 

Es una situación más común de lo que parece. Estás en búsqueda activa, te inscribes en una oferta, te llaman… y entonces te acuerdas: “Tengo un viaje pagado en dos semanas. ¿Se lo digo ya o espero?”

 

El reto no es si lo cuentas, sino encontrar el momento y la forma adecuada para hacerlo:

 

  • No lo anticipes sin necesidad. Si lo dices demasiado pronto, sin contexto, puede malinterpretarse.

  • No lo ocultes hasta el final. Puede interpretarse como falta de transparencia o compromiso.

  • Espera al momento en que el interés mutuo ya esté sobre la mesa.

 

¿Cuándo y cómo comunicar tu viaje planificado durante el proceso de selección?

 

No hay una fórmula mágica, pero sí un principio básico: comunica el viaje cuando ya haya interés real por tu perfil.

 

Aquí te dejamos algunos escenarios y cómo gestionarlos con naturalidad:

 

¿En la inscripción?

 

No es necesario (ni recomendable) anticiparlo en el formulario o email de candidatura.En ese punto no hay contexto: ni sabes las fechas clave del proceso, ni la urgencia de la incorporación. Mencionarlo ahí puede generar una barrera innecesaria… antes de que sepan quién eres y qué puedes aportar.

 

¿En el primer contacto?

 

Si te preguntan de forma directa “¿cuándo podrías incorporarte?”, aprovecha para contextualizarlo con claridad: “Estoy disponible de forma inmediata, salvo del 12 al 20 de agosto, fechas que ya tenía cerradas con anterioridad.”

 

Si no sale el tema, espera. Escucha. Espera a tener más información sobre el puesto, el calendario del proceso e incluso el plazo previsto para la incorporación.

 

¿Durante la entrevista?

 

En la entrevista, cuando el interés es mutuo, ese es el momento óptimo. Ya conoces más sobre la oferta y la empresa también ha podido conocer más sobre ti. Es el espacio para compartir la información sin que condicione de forma anticipada:

 

“Quería comentarte que tengo un viaje planificado del 5 al 12 de agosto, organizado con antelación y no modificable. Por lo demás, mi disponibilidad es total, y la oportunidad me interesa mucho.”

 

Así muestras previsión, honestidad y disposición a colaborar. Porque no es solo decirlo, es cómo lo planteas lo que marca la diferencia.

 

Qué valoran las Empresas cuando comunicas tu disponibilidad

 

Lo que suele generar dudas no es el viaje, sino la forma de comunicarlo. Una ausencia puntual no debería ser motivo de descarte si el perfil encaja, pero muchas decisiones se toman en base a señales sutiles. No es lo mismo decir “Me voy de viaje y no podría incorporarme” que “Durante esa semana tengo un compromiso cerrado, pero antes y después mi disponibilidad es total.” Por tanto, cómo planteas tu disponibilidad dice mucho más de ti que las fechas en sí.

 

¿Qué suelen valorar de forma positiva?

 

  • Que lo digas con antelación razonable, sin esperar al último minuto.

  • Que lo comuniques con honestidad y actitud colaborativa.

  • Que muestres interés por la oportunidad.

  • Que te adelantes con propuestas concretas si es necesario reorganizar algo.

 

Lo que transmite tu mensaje no es solo que tienes un viaje planificado, sino cómo gestionas la situación. Y eso ofrece pistas valiosas sobre tu forma de trabajar:

 

  • Tu capacidad de planificación.

  • Tu actitud ante imprevistos.

  • Tu forma de comunicar con claridad y madurez.

 

Una persona que plantea con honestidad una dificultad puntual, pero lo hace con actitud proactiva, suele sumar puntos… no restarlos.

 

Acciones clave para no perder una oportunidad por tener un viaje planificado

 

Tener un viaje planificado no te deja fuera de juego. Pero sí requiere gestión, comunicación y actitud. Aquí algunas acciones concretas que pueden ayudarte a mantenerte en el proceso sin generar tensiones innecesarias:

 

  • Ofrece alternativas realistas. “Durante esos días no podría incorporarme, pero estoy disponible para entrevistas o reuniones online desde el destino si fuera necesario.” Demuestra flexibilidad sin generar expectativas que no puedas asumir.

  • Pregunta por el calendario del proceso. Conocer los tiempos previstos te permite tomar mejores decisiones. Puedes plantearlo así: “¿Tenéis fechas estimadas para los próximos pasos o para la incorporación?”

  • Refuerza tu interés de forma explícita. Una frase breve pero clara marca la diferencia:“La oportunidad me interesa mucho y estoy totalmente disponible antes y después de esos días.”

  • Evalúa si hay margen para adaptarte. Si el viaje es modificable o no afecta a la incorporación, también puedes decirlo: “Son fechas cerradas, pero si fuera necesario, podría intentar reorganizar alguna parte.”

 

El objetivo no es justificarte, sino mostrar que eres capaz de anticiparte, comunicar con transparencia y buscar soluciones. Eso sí suma valor profesional.

 

Estás en búsqueda de empleo, sí. Pero también tienes derecho a descansar, desconectar y cumplir con compromisos personales. Y eso no te hace menos profesional. La honestidad bien comunicada no resta: suma confianza.

 

¿Y si eres la empresa?

 

En verano, es habitual que los calendarios no encajen a la primera. Por eso, valorar el conjunto —más allá de una semana concreta— es parte del reto de elegir bien. Si el perfil encaja, el momento se puede ajustar. Si la actitud es buena, la incorporación se puede organizar.

 

Lo importante no es que tenga un viaje. Lo importante es cómo encajará en tu equipo cuando vuelva.

 

Un viaje planificado no debería frenar tu carrera

 

Tener unas vacaciones planificadas no te resta valor. Y decirlo, en el momento adecuado, puede incluso sumar: muestra honestidad, previsión y confianza.

 

No se trata de ocultar, ni de anticipar demasiado. Se trata de elegir bien cuándo y cómo comunicarlo para no condicionar la percepción… y no dejar pasar una oportunidad real.

 

Si estás buscando empleo, hazlo con criterio, sin miedo y sin perder tu esencia.

Si estás buscando talento, escucha más allá del calendario. El valor de una persona no se mide por su disponibilidad inmediata, sino por cómo encaja cuando empieza.


¡Síguenos en redes para no perderte nuevos contenidos! Puedes encontrarnos en LinkedIn e Instagram. Y si estás buscando un nuevo reto profesional, visita las ofertas de empleo que tenemos activas.

Comments


bottom of page